Luis Mayoral
por Luis Mayoral
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Bueno, más bien odio a los seguidores de la alta competición de reciente hornada, ejemplos de fanatismo e ignorancia en igual grado. Pongamos unos ejemplos.

Empecemos con la Fórmula 1. Antes, como se suele decir por aquí, ni el tato veía las retransmisiones de dicha competición en la 2. Llega Telecinco, con su buen empujón mediático a Fernando Alonso, y te encuentras con situaciones tales como marujas en el mercado discutiendo sobre lo correcto o no de la elección de los neumáticos en el circuito de ese fin de semana. Ahora de pronto todo el mundo parece saber de mecánica y otras disciplinas. Acojonante… Eso si, a estos nuevos seguidores, esos que parecen disfrutar viendo una retransmisión de publicidad ininterrumpida 2 o 3 horas, pregúntales si conocen quien es Ayrton Senna y a que se dedica actualmente. Pocos serán capaces de responderte que su actual ocupación consiste en criar malvas.

Otro ejemplo que me jode más por lo cercano. El Balonmano Ciudad Real. En mi ciudad, confesar que no aguantas el balonmano es casi como tener la peste o la lepra. Todos los fines de semana que hay partido, el Quijote Arena se llena hasta las cejas, a la ida y a la vuelta del estadio se forman atascos de tráfico… Lo nunca visto. Pero pasa algo similar que con el caso anterior. Parece que antes del B.M. Ciudad Real dicho deporte no existía aquí. Conozco muy poquita gente que conozca que antes de su actual denominación, en la época que estaba que si subía a división de honor, que si no, se conocía como el Quesos Castilseras, cuando se jugaba sobre todo en el Santa Maria. Y muchos menos que se acuerden del Caserío Vigón, cuando los partidos se jugaban muy cerquita de la casa donde vivía de pequeño, en el pabellón que había enfrente del Quijote. Aquella época en la que todo o casi todo el equipo era de Ciudad Real, la mayoría de la cantera proveniente de mi colegio, los Marianistas. En aquella época sí que te emocionabas viendo los partidos…

Algo gracioso del deporte es que parece que junto con la Isla de Perejil es el único momento en el que nos podemos declarar españoles y ondear nuestras banderas. El resto del tiempo, a gente que por ejemplo vista un polo venga una franjita muy pequeña con los colores de nuestra bandera se le llama facha. Y ni se te ocurra mentar a la bandera que hay en Madrid, en la plaza Colón. Eso sí, esa misma gente se compra en los Zara y similares camisetas con los colores y las banderas estadounidenses y no dicen ni mu. En fin, como alguien que yo me se diría, tenemos lo que nos merecemos.