Let's rock again
Luis Mayoral
por Luis Mayoral
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Hace diecisiete años, allá por enero de 2002, publicaba una entrada de titulada “Let’s rock”. Esa entrada daba comienzo a mi andadura por el mundo de las bitácoras.

El título de esta entrada, homenaje a aquella primera, se debe a que sin prisa pero sin pausa estoy recuperando a través de diversos medios (web.archive.org, copias de seguridad, etc) todas las entradas que he tenido en las diversas versiones de mi bitácora a lo largo de todos estos años. Una vez estén todas adaptadas al formato de Jekyll publicaré una selección de ellas por aquí.

La primera bitácora que tuve se llamaba “Diario de un debianita” y tenía de subtítulo “Pensamientos y rayadas mentales de un linuxero cualquiera”. A lo largo de su historia, y de las posteriores versiones de mi bitácora, ha habido más rayadas mentales que pensamientos, pero hay algo que me pide volver a juntarlo todo, a sabiendas de que no hay grandes joyas dignas de conservarse.

Esta labor arqueológica se puede resumir en dos motivos. Por un lado, me sirve para recordar en un mismo sitio cosas que hacía mejor o peor en el pasado, seguir aprendiendo de esas vivencias, y seguir mejorando como profesional y como persona.

Por otro lado, y realmente la razón principal de todo esto, es mi hijo. En el momento que escribo estas líneas tiene tres meses, pero me gustaría que el día de mañana pudiera encontrar aquí un verdadero “cuaderno de bitácora” de su padre.

Aquí podrá leer sucesos de mayor o menor importancia de mi vida, y como los viví. Encontrará también decisiones que tomé, y en algunos casos incluso las consecuencias positivas o negativas que pudieron tener. De alguna que otra historia que le contaré por aquí podrá encontrar un complemento para comprenderlas mejor.

Espero que con las charlas que tendremos a lo largo de los años y las posibles lecturas que pueda hacer de todo esto sea capaz de aprender de mis errores para no cometerlos él. O que pueda ver que la pasión de su padre por lo que hace, por cómo disfruta de la música, del cine o de la lectura viene de muy atrás. Y con suerte transmitirle ese gusanillo.

Si las historias aquí contadas han sido capaces de sobrevivir diecisiete años conseguiremos que sobrevivan al menos otros diecisiete más, no creéis? :)